Mi nombre es Emanuel Trilla Donoso y soy, entre muchas cosas, el director general del Círculo Rojo. Nunca me gustó la política, prefiero el fútbol y jugar al truco con mis amigos. Pero acá estoy, contando qué pienso de quiénes están en las diferentes aristas del gobierno.
Ver en los diferentes medios de comunicación las denuncias, las internas, los apadrinamientos, las traiciones; todo lo malo que puede hacer un gestor de la política a veces dan ganas de realizar acciones despreciables.
El enojo colectivo puede ser muy peligroso pero, en esta oportunidad, prefiero referirme en una manera democrática. No hay molotov ni cacerolas. El no querer votar es una realidad entre los jóvenes, el no confiar está latente.
Sin embargo, a veces, hay situaciones que nos dan cierta esperanza. Ver a un político que realiza acciones distintas a lo acostumbrado que, opino, se deben valorar.
Es por eso que hoy, domingo hermoso, domingo de familia y de descansar, quiero poner en valor lo realizado por Daniel Orozco en el Acto central de la Fiesta Nacional de Vendimia. Uf, que lindo sería tener pauta y ganarme unos pesitos, no pasa, no pasará. Lo lamento por mi y por el equipo de periodistas.
Mientras otras personas que hacen política prefieren estar en ciertos lugares cómodos que les da el «ser político», otros, en este caso el intendente de Las Heras, prefirió ser uno más.
El doctor eligió sentarse en el sector Torrontés, reservado especialmente por el Consejo Provincial de Discapacidad. Una actitud rara, diferente. ¿Desconfiamos?
Lo dijo www.sitioandino.com.ar «La verdad es que coherente eligió una política en favor de atenuar las diferencias e interpretar algunas dificultades que suelen atravesar personas con discapacidad. Una actitud que sería muy importante que imitarán muchas y muchos, con políticas activas a favor de la integración y la accesibilidad ‘real’».
Por otro lado, Florencia Destéfanis, intendenta de Santa Rosa, fue la única, ojo, la única en negritas, subrayado y en Times New Roman se quedó a ver el Carrucel Vendimial como corresponde. Recuerden: amiguis políticos, la comunidad boliviana, las murgas, el Robotín de Racing son partes de nuestra cultura.
¿Qué les pedimos a los políticos? Sean humanos, sean «reales». La sociedad estará agradecida a esto.
¿Quién sabe? Quizás mañana los votamos.