El ímpetu de generar estadísticas evidenciaron falencias estructurales en el sistema de recopilación de datos. En este caso, la sistematización de la educación demostró que los tiempos propios de la enseñanza no son los mismos que los que dispone la Nación.
Muchas veces lo ideal está muy lejos de lo real. En este caso, lo ideal era realizar una evaluación dividida en tres partes: Lengua, Matemáticas y un cuestionario que permitiría conocer los diferentes contextos de educación. Lamentablemente, lo real se distanció bastante de lo teóricamente planteado.
La capacitación hacia los directores de los colegios consistió en una exposición en Youtube que tuvo una hora de duración, después hubo un acompañamiento realizado a través de mails y de grupos de WhatsApp que evidenció la falta de coordinación entre las partes. A esto se le suma la escasa instrucción que se le dió a los aplicadores, quienes tuvieron que resolver por sentido común muchas de las problemáticas que se le fueron presentando durante la jornada educativa.
El rol del aplicador estuvo mal asignado porque hubo un importante error en la distribución. Esto impactó en el cruce de aplicadores ya que, en un principio, ellos debían trasladarse hacia colegios cercanos geográficamente, pero varios docentes tuvieron que asistir a departamentos muy alejados. Así fue el caso de educadores que ejercen en periferias del Centro provincial a quienes le fijaron instituciones en Lavalle siendo difícil el traslado, el acceso y la puntualidad. De esta manera, en algunas escuelas hubo aplicadores de su mismo centro de estudios o una mezcla de cruces.
En pocas semanas se intentó implementar un sistema que debería contemplar capacitaciones aplicadas a todos los sectores del nivel secundario, desde explicaciones a los alumnos hasta una correcta exposición argumentativa, descriptiva y ejemplificativa del Operativo Aprender 2022.
La forma de elección de los docentes no fue democrática ya que se recomendaba insistentemente educadores con legajo en provincia, es decir, que sean encuadrados bajo el carácter estatal dejando de lado a los profesionales de la educación del ambiente privado que no han trabajado en el estado. También se sugirió incansablemente que no participaran docentes cercanos a la jubilación, discriminando sus capacidades e historial académico, excusando que la liquidación por los servicios prestados iba a ser lenta.
Ahora basta esperar que los resultados del Operativo Aprender 2022 arrojen reales necesidades de nuestros alumnos con la esperanza que se puedan aplicar las políticas públicas necesarias para que la educación siga progresando y que las voces de los jóvenes sean escuchadas. A nivel institucional, el calendario escolar y el apuro en obtener estadísticas vacías nos expusieron a un Operativo Desaprender que deja en evidencia que los tiempos educativos no son los que maneja el calendario del Gobierno de la Nación.