«Sube, sube, bandera del amor» diría Mercedes Sosa. Que lindo sería que solo suba la bandera pero no, somos cracks: en Argentina levantamos la Copa pero también las manos para que nos asalten y las bajamos para recibir los golpes en la cara, en esta oportunidad, con un índice del 0.6% más que en enero.
En este hermoso país que tanto amamos, bancamos y aguantamos los trapos contra quien sea, le intentamos sacar la tarjeta roja a la inflación. Aunque parece que estamos en un partido con errores en el reglamento: ya hubo varias amarillas y la roja nunca llega.
Caminamos al borde del descenso y ponemos un técnico saca puntos, onda Caruso Lombardi, es así que se pone el buzo de DT el salvador Sergio Massa. Un técnico que anduvo en diferentes roles dentro de la Sele Argentina con una actuación que, relativamente, siempre lo deja bien parado. Cuan gato, sabe cómo caer mientras los perros nos hacemos pelota siguiéndolo.
En enero la inflación se mantuvo en el 6% y se «celebró» como la tercera de Messi y compañía. A pesar de que las principales consultoras informaban que en febrero se mantendría en ese porcentaje, le erraron, como Kolo Muani frente al Dibu en la última del Mundial.
La diferencia es que al jugador francés quizás le jugaron una mala pasada los nervios, o la inexperiencia; en el caso de las consultoras, debe ser porque actúan como los representantes deportivos quienes dan a conocer lo que les favorece, como dice el Mánager en la película Metegol: «Las estrellas se apagan. Los ídolos caen. Los cracks envejecen. Los managers son eternos».
Entonces – contra todo pronóstico – el resultado informado por INDEC fue, una vez más, adverso. La inflación escaló en febrero al 6,6%. ¿En qué nos afectó más a las argentinas y argentinos? En el morfi. Si, en los alimentos y bebidas no alcohólicas. El chori y la Coca van a estar inalcanzables.
Con respecto a las variaciones mensuales, como mencioné, alcanzó el 6,6%. Ascendiendo el 0,6% desde enero y el 1,5% teniendo en cuenta diciembre, ese mes donde todo era Escaloneta, Copa del Mundo y festejo, que hermoso era todo.
Al tener en cuenta las variaciones interanuales, citamos al Tano Pasman y nos sumamos a su locura gritando: «¡¡¡Estamos en la B!!!»
Igual, tranqui, Argentina querida, vos sabés que nosotros te vamos a seguir alentando, aguantando, luchando. Cueste lo que cueste, hasta que el árbitro realice el pitazo final. Espero que, en esta oportunidad, otra vez volvamos a festejar.
