99° aniversario del Casino de Mendoza

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Para conmemorarlo, desde CR convocamos a Gabriel Alto: empleado de juegos de la casa de entretenimientos que, además, es escritor, amante del ciclismo y de Ford, apasionado de la buena vida y fiel amigo.

Cada 15 de marzo desde 1924 el Casino de Mendoza celebra su aniversario, en esta oportunidad, el número 99. Muchas historias son las que se han vivido en las sala de juego donde, además, se han presentado grandes artistas y realizado una infinidad de promociones en vivo con sorteos que van de premios en efectivo a autos, entre miles de otros premios.

Fachada del Casino de Mendoza cuando estaba ubicado en Capital.

En algún momento se trató del epicentro de la noche mendocina donde los hombres debían ingresar casi de frac y las mujeres se colocaban sus mejores vestidos; desde su inauguración y hasta el 2005 estuvo ubicado frente de Plaza Independencia en calle 25 de mayo al 1131 de Ciudad, luego fue trasladado a calle San Martín y Brasil de Godoy Cruz.

Hoy, en este nuevo aniversario y muy cerca de su centenario, convocamos a Gabriel Alto. Se trata de un actual empleado de juegos del emblemático Casino quien, entre otras pasiones, tiene a la escritura como motor de vida.

Sus escritos varían entre el amor a las bicicletas, los autos Ford, entre amores, desamores y las vivencias propias en su lugar de trabajo. Claro está, todos tenemos nuestros días buenos y malos en los diferentes lugares donde nos desempeñamos. Hoy compartiremos uno de sus relatos titulado «Desde mi oficio».

No somos verdugos de la suerte, ni magos del destino.
Muchas veces somos vapuleados, pocas veces aplaudidos, 
somos una especie de enemigos, somos parte del mito.
El azar es un arma que no respeta privilegios, 
ni clases sociales, ni edades, ni sexo.
El azar es un laberinto, un vicio donde se depositan tiempo, dinero y vacíos.
Difícil es que se detenga el juego, 
una conducta que se lleva o se trae desde niño, 
una pasión por el riesgo, un desafío al desafío.
Las miradas hacia la bola que gira en la ruleta hipnotiza 
y atrapa como queriendo cazar una presa, 
las cartas en cada pase son una tensa espera. 

Algunos hasta en los sueños apuestan y otros en la vida apestan.
El azar; Un misterio que no conoce fronteras.

Gabriel Alto.

Gabriel Alto junto a su hijo Martín, otra de sus pasiones.
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