Emir Omar Chabán falleció un lunes 17 de noviembre, del año 2014, con solo 62 años. Falleció en el Hospital Santojanni, donde estaba internado por un linfoma de Hodgkin.
Por Marlene Crauchuk (Nota escrita en el 2021 – Actualizada)
¿Quién fue Omar Chabán?
Era un gran empresario, que se destacó como productor teatral.
A principios de los años 80, Chabán abrió Café Einstein, en la intersección de Pueyrredón y Córdoba de la ciudad de Buenos Aires, convirtiéndose en una referencia del rock nacional.
En Café Einstein, tocaron bandas muy reconocidas como Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Sumo y Soda Stereo.
Pero su mayor emprendimiento, que lo llevaría a ser uno de los empresarios más conocidos y requeridos en el mundo del rock, fue cuando abrió Cemento.
Cemento fue un espacio cultural ubicado en el barrio porteño de Constitución, por el que pasaron las más emblemáticas banas de rocanrol. También se realizaban eventos y todo tipo de fiestas relacionadas al arte.
Durante la década del 2000, Chabán tomó el control de un teatro que se encontraba en Once, que por muchos años había funcionado como boliche de cumbia, llamado el Reventón.
El ex Reventón, fue rebautizado con el nombre de República de Cromañón, en donde llegaron a tocar varias bandas locales que vislumbraban un gran futuro en el mundo del rock nacional, y muchas de aquellas, hoy triunfan con sus canciones.
Del éxito a prisión: Cromañon
Callejeros, era una banda de rock nacional, que había comenzado en los 90´a dar sus primeros pasos, pero su estilo novedoso, ese rock distinto a sus bandas antecesoras (Sumo, Patricio Rey, Soda Stereo, etc.) traían nuevos aires al género musical. Los jóvenes no tardaron en responder a sus poesías que generalmente se dirigen al «pibe de barrio lleno de sueños«. Una banda reconocida por su crítica política y una gran libertad de pensamiento.
Sin embargo, el salto a la gran popularidad vino de la mano de la tragedia más grande de la historia Argentina, no solo para el rock nacional, sino para las instituciones dedicadas al mundo del arte.
La noche del 30 de diciembre de 2004 se incendiaba Cromañón, mientras tocaba Callejeros. Argentina viviría un antes y un después. Dicha tragedia marcó al día de hoy, parámetros nuevos a tener en cuenta en cualquier tipo de espectáculos.
La noche del 30 de diciembre, mientras Callejeros tocaba el tema «Distinto«, de su disco Rocanroles sin Destino, en Cromañón, un joven seguidor de la banda encendió una bengala , y se incendió la media sombra que cubría el techo del boliche.
La tragedia abría paso al día más duro para el rock nacional y la sociedad, con la muerte de más de 190 jóvenes.
La banda, se había presentado las dos noches anteriores para dar sus otros shows, pero fue ese tercer «toque» el que brindó un destino evitable.
El fuego se fue apoderando rápidamente del lugar. Una media sombra que ardía, el humo tóxico que generó el fuego, la sobrepasada capacidad de gente con la que contaba el teatro, y puertas de emergencias que no estaban habilitadas; llevó a que en solo minutos, el teatro de rock se transformara en una trampa mortal para cientos de jóvenes.
Chabán estuvo en Cromañón esa noche, pero se escapó del lugar cuando comenzó el hecho trágico, y estuvo varios días prófugo.
La tragedia se había consumado, los músicos ayudaban a bomberos, a la policía a sacar gente como podían de aquella cámara del horror. Murió la novia del cantante, familiares de otros músicos, y cientos de jóvenes que habían ido a pasar un buen rato.
Pato Fontana, el voz y líder de Callejeros, a minutos de empezar el show dejó de cantar pidiendo que por favor no prendieran bengalas. Pero apenas un momento después, el fuego se apoderó de todo.
Las bengalas siempre fueron un elemento ritual en nuestro rock nacional, y que además de peligrosas, jamás se permitían en lugares cerrados. Lo que no es ritual pero se hace habitual (porque evidentemente vivimos con ello), es tener lugares que se encuentran sin habilitación pero que de igual modo funcionan. ¿Es posible?. No debería serlo. Pero en Argentina sigue habiendo implicancia política, aún para un momento de esparcimiento o diversión.
Cromañón, fue una bomba que estalló en las manos de Callejeros. Pero podría haber sido en las de cualquiera. Sin embargo la justicia hizo lo suyo: Chabán, su jefe de seguridad, los músicos y el mánager de la banda, entre otros; fueron condenados por los hechos de esa noche.
El entonces jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, tras ser sometido a juicio político, fue destituido por la Legislatura porteña.
El abogado de Omar Chabán, Vicente Dátoli, había logrado que le concedieran el arresto domiciliario luego de que la salud del empresario teatral se debilitara en el penal de Marcos Paz. Durante su detención llegó a perder más de 20 kilos.
En el año 2014, el empresario había sido trasladado al Hospital Santojanni, donde estaba internado por un linfoma de Hodgkin, mientras cumplía una condena de 10 años por el incendio en el boliche República de Cromañón. Sin más preámbulos, falleció el 17 de noviembre con solo 62 años.
Sus restos fueron velados a partir de las 19 horas en el Centro Islámico.
Al día de la fecha, todos los músicos de Argentina, los jóvenes y muchos sectores de la sociedad, siguen pidiendo por la «real libertad» de Callejeros, hoy conformada bajo el nombre de «Don Osvaldo, Casi Justicia Social».
Por Marlene Crauchuk (Nota escrita en el 2021 – Actualizada)