La conmemoración del Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas fue establecido por ley del Congreso Nacional en el año 2000, declarándose además como feriado nacional. Cada 2 de abril, renovamos el reclamo por el ejercicio de la plena soberanía argentina de las Islas Georgias del Sur, Sándwich del Sur, los espacios marítimos correspondientes y, nuestras Islas Malvinas, herida que aún duele.
La Guerra de Malvinas, en su aniversario número 41, no es un acontecimiento del pasado histórico para los argentinos. Todo lo contrario, forma parte de nuestro tiempo presente, en tanto dejó heridas que distan de cicatrizar y una realidad muy condicionada por sus resultados.
Cabe recordar que en 1982, al momento de las hostilidades en Malvinas, nuestro país estaba gobernado por una Dictadura militar, ilegal e ilegítima, que actuó de espaldas al pueblo argentino apartándose del compromiso tradicional de la Argentina con el principio de arreglo pacífico de las controversias internacionales. Y, en particular, con la búsqueda de una solución pacífica de la cuestión de las Islas Malvinas.
En ese marco, las intenciones de quienes gobernaban postulaban una misión irracional inoculada, además de mejorar su propia imagen ante un pueblo desvanecido por las desapariciones forzadas de miles de personas de manera clandestina, ilegal y cobarde. Sin embargo, el significado de Malvinas no puede negar la gloriosa gesta patriótica de nuestros héroes y heroínas que dejaron su vida por la patria.
Así fue, como nuestros jóvenes adolescentes inexpertos cayeron ante el conflicto bélico que dejó un trágico saldo con la pérdida de numerosas vidas de combatientes. Su memoria, junto con la de quienes combatieron bajo la legítima convicción de defender el interés nacional, merece ser honrada.
Lógicamente, la decisión británica de conservar el control político, económico y militar de las Malvinas, que cuenta además con el apoyo de la OTAN y la Unión Europea, es un obstáculo hoy insalvable para las pretensiones y los derechos argentinos.
A 41 años, la población argentina continúa exigiendo la plena soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos correspondientes. Por honor, por dignidad nacional, por derecho propio y por todos nuestros héroes nacionales que yacen en aquellas tierras, y por los que aún con cicatrices siguen de pie.
